CAPITALIDAD PLENA PARA SUCRE

El conflicto de la capitalidad surgió desde el nacimiento de Bolivia a la vida independiente, tras el traslado de la sede del Congreso de Oruro a Sucre donde finalmente se resolvió el destino de las provincias del Alto Perú.
El Congreso sancionó la Ley de 11 de agosto de 1825, que mandó: "La Ciudad Capital de la República y su departamento se denominarán en lo sucesivo Sucre" (Art. 14).
Un año después, se declaró por Ley de 1 de julio de 1826 a "Chuquisaca, Capital provisoria de la República de Bolivia".
Fue la Ley Nº 325 de 12 de julio de 1839, estableció: “La ciudad de Chuquisaca declarada Capital de la República.- En adelante se denominará la Ciudad Sucre.

El Congreso General Constituyente ha sancionado la siguiente Ley.
ARTICULO 1°.-La ciudad de Chuquisaca es la Capital de la República, y conforme á la ley de 11 de Agosto de 1826 se llamará en adelante la Ciudad Sucre.
ARTICULO 2°.-El Gobierno dispondrá que se construyan en la ciudad Sucre, los edificios que necesiten para su despacho, los altos poderes de la Nación, principalmente el legislativo; destinado para el efecto el templo suprimido de San Agustín.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para su publicación y cumplimiento.
Dada en la Sala de sesiones en Chuquisaca a 10 de Julio de 1839.

Gregorio Reynolds, Presidente, Fernando Valverde, Diputado secretario.

Palacio de Gobierno en Chuquisaca a 12 de julio de 1839, Ejecútese, José Miguel de Velasco, Manuel Maria Urcullu”
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El carácter constitucional de Sucre, Capital de la República, fue reconocido en la Constitución de 26 de octubre de 1839, cuando dispuso: "Art. 20. El Poder Legislativo se reunirá cada año en la Capital de la República el día 6 de Agosto, aunque no haya previa convocatoria; sus sesiones ordinarias durarán sesenta días, prorrogables hasta noventa, a juicio del mismo Congreso...".

La guerra federal y la gran sublevación indígena.
La guerra federal, coincidente con el paso entre dos siglos, representó un cambio radical del eje de poder político, social y económico, aunque no determinó un cambio en la estructura de quienes lo detentaban.
Varios factores explican la confrontación que en los hechos fue una guerra civil. La realidad socioeconómica de Bolivia mostraba un dislocamiento de los centros de decisión. La Paz fue durante todo el siglo XIX la primera ciudad de Bolivia y frecuentemente sede de los gobiernos nacionales (comenzando por el de Andrés de Santa Cruz). Su dinámica como ciudad se vería muy pronto respaldada por el nacimiento de la economía del estaño que desplazó el eje Potosí – Sucre al eje Oruro – La Paz. La caída de la plata trajo consigo el debilitamiento de la influencia de los viejos caudillos conservadores.
El federalismo fue una bandera coyuntural mediante la cual se inflamó el sentimiento regionalista del poderoso departamento de La Paz para justificar la rebelión, aunque no es menos cierto que algunos de sus propugnadores creían genuinamente que el federalismo era la mejor solución para Bolivia.
El estallido formal del problema se dio el 18 de noviembre de 1898 cuando el congreso reunido en Sucre después de un áspero debate proclamó la ley de Radicatoria que exigía al presidente su presencia permanente en la capital de la República, precisamente como respuesta a la exigencia paceña. La brigada de La Paz que había pedido sin éxito la reunión de un congreso en un punto ‘neutral’, Cochabamba para discutir el tema sin presiones, decidió abandonar la ciudad de Sucre en señal de protesta. Fue el rompimiento de lanzas entre el norte y el sur. En el ínterin, el 6 de noviembre de 1898 un gran mitin reunido en la plaza de armas paceña, exigió el federalismo y el 14 se creó un comité federal presidido por el jefe de los liberales José Manuel Pando, quien irónicamente como senador por Chuquisaca votó a favor de la aprobación de la ley de radicatoria.
Alonso, a pesar de su postura contraria a la ley que promulgó a regañadientes y de su posición conciliatoria, no tuvo más remedio que ponerse a la cabeza del ejército del sur y marchar a Oruro a la que llegó el 15 de diciembre de 1898.
El escenario de la guerra civil se enmarcó básicamente en los departamentos de La Paz y Oruro y algunas provincias de Potosí y Cochabamba. Aquí hay que detenerse en el pacto entre Pando y Pablo Zárate Willca,(denominado "terrible Willca") que marcó un hecho sin precedentes en la historia republicana. La alianza estuvo probablemente sazonada por compromisos reivindicatorios para los indios que habían sido sistemáticamente expoliados como consecuencia de la legislación de 1880, pero estaba claro que respondía a un interés específico y militar por parte de Pando. Entre enero y abril de 1899 se desataron acciones en las que los masivos contingentes indígenas fueron decisivos para el triunfo de los federales. En varias provincias hicieron un cerco de bloqueos y ataques que diezmaron al ejército de Alonso.
El 24 de enero de 1899 en Cosmini, Pando derrotó a Alonso en la batalla del primer crucero. Los heridos en el combate de Cosmini se quedaron en Ayo Ayo. Al atardecer, más de un centenar de comunarios rodearon el pueblo, tomaron la plaza principal y asediaron a los heridos refugiados en el templo. En la noche los indios tomaron la iglesia y asesinaron bajo efectos  del alcohol  a todos los chuquisaqueños y a un par de vecinos del pueblo. En esta tragedia murieron 27 soldados y el capellán Fernández de Córdova. Mariano Baptista, indignado escribió en Sucre el libelo Lugentes Campi (campos del dolor), un manifiesto demoledor y fuertemente racista contra los aymaras.
El hecho más estremecedor de la guerra federal se produjo en Mohoza y no tuvo que ver con el enfrentamiento entre federales y constitucionales. El abuso de los oficiales federales contra los pobladores dieron pie a la intervención de una hueste indígena comandada por el caudillo Lorenzo Ramírez. Lograron desarmar a la tropa apelando a la mutua confianza y garantía. Una vez desarmados, los soldados refugiados en el templo creyendo ingenuamente en su inviabilidad, en la madrugada del 1º de marzo los 130 efectivos del escuadrón Pando fueron vejados, torturados y asesinados salvajemente en uno de los episodios más horrorosos de toda nuestra historia.
El 10 de abril ocurre la batalla en la Pampa de Paria o del Segundo Crucero, dura 80 minutos y los Alonsistas resultan derrotados. El Temible Willca había demostrado valor, don de mando y dureza en acciones verdaderamente exitosas comandando a miles y miles de indios. El 22 de abril de 1899, Zárate y su estado mayor fueron hechos prisioneros en Sicasica, con lo que desbarató la cabeza del movimiento que fue reprimido y disuelto sin contemplaciones. Así se cerró uno de los momentos más dramáticos del enfrentamiento entre la elite de poder y la mayoría aymara y quechua del país.
Si bien la junta federal se constituyó en diciembre de 1898, su verdadero ejercicio de gobierno comenzó con la caída de Alonso en la batalla del segundo crucero. Por algunos meses, Oruro fue la capital del país donde despachó la junta federal, que estaba dividida sobre la cuestión de la capital. Pinilla y Reyes Ortiz pretendieron aprobar una disposición designando a La Paz como capital de Bolivia; Pando no lo aceptó e impuso su punto de vista. Sin embargo, con el ascenso liberal, La Paz se convirtió en sede de gobierno De facto. Después de la convención reunida en Oruro y tras la elección de Pando como Presidente, los sucesivos gobiernos y el parlamento radicaron en la ciudad del Illimani, aunque se respetó el reconocimiento legal de Sucre como capital del país. El presidente Pando que había combatido en la guerra civil a nombre del federalismo, pero que ya en marzo en plena campaña había expresado “el federalismo es solo un medio de regeneración política… el federalismo o el unitarismo dependerán de una convención nacional”. El debate fue arduo y ante la imposibilidad de un acuerdo se pidió una postergación de la votación sobre tema tan crucial para la siguiente legislatura. El tema nunca más volvió a tratarse en el congreso boliviano. Bolivia continuó como una nación unitaria”.